Samba es una de las mejores formas de entender Río de Janeiro
Como dice la traducción de la canción “…Río de Janeiro continúa lindo, Río de Janeiro continúa siendo…” Cuántos no fueron los autores que le cantaron innúmeras veces a los paisajes y momentos de la vida en la Ciudad Maravillosa a lo largo de su historia que está completando 453 años. Entre tantos estilos, la samba es sin duda el más simbólico, porque representó la ascensión de la Capital a un lugar con fama mundial al mismo tiempo en que se convertía en una especie de sello de la cultura nacional.
Homenajear a Río es homenajear a la samba ya que ningún otro género musical, con todas sus variantes, fue tan competente en retratar la vida del carioca como esta fusión de ritmos africanos con el portugués fue bautizado en medio de una rueda de compositores en las tierras de la Tía Ciata, madre bahiana y una de las patronas del nuevo ritmo que nacía.
Pero la canción Pelo Telefone era sólo el comienzo. Aquel ritmo que nació marginalizado en los morros (casas marginales en colinas) y barrios destinados a los negros recién libertados ganó importancia y comenzó a envolverse con la clase media. Fue allí que genios como Noel Rosa, el poeta de Vila Isabel, nos brindó con la simplicidad de “Mozo, hágame el favor de traerme deprisa, un buen café con leche que no sea recalentado…” el recuerdo de la fábrica de tela Confiança que dominó el paisaje de Vila Isabel durante un tiempo. “Cuando suena el silbato de la fábrica de tela…”
Noel Rosa:
Si Dick Farney retrató “Copacabana, princesita del mar“ en una época en que el barrio era la sensación, Vinícius de Moraes personalizó en su canción Garota de Ipanema una figura típica de las playas cariocas que “llena de gracia, muchacha que pasa en un dulce andar camino al mar”.
Copacabana:
Garota de Ipanema:
En Tropicália, Gil recuerda que el Cristo Redentor abraza a todo el mundo en la ciudad, tanto a la gente de la Zona Sur como a los del suburbio, representada en el abrazo enviado “a toda la gente de la Portela”. Ben Jor y la samba rock agrega la enorme pasión del carioca por el futbol y su increíble relación con el Maracanã.
País Tropical:
Alvorada:
Cartola está siempre en nuestras mentes para mostrar el punto de vista de quien ve la ciudad desde lo alto: “Alvorada allá en la colina que belleza…”, en las casas de las favelas, inmortalizadas en la voz de Eliseth Cardoso.
Barracão de Zinco:
Beth Carvalho enriqueció el repertorio al dar espacio a obras de compositores de todos los lugares de la ciudad, cantando penas de amor, tan comunes para la samba, pero también cantó sobre las consecuencias de las crisis económicas como en Saco de feijão. “De qué me sirve una bolsa llena de dinero, para comprar un quilo de frijol”.
Saco de Feijão:
Discípulo de Beth, Zeca Pagodinho revivió los pagodes, las fiestas de samba, regadas en cerveza, mucha comida y bocadillos y cantó sobre esta rutina en Preservação das Raízes. “Cuando la negra bahiana anuncia que la comida está lista, la gente va con mucha disciplina con el plato para arriba y cantando el estribillo”.
Preservação das Raízes:
Río retratado por la samba es la ciudad bohemia de los amores fugaces de carnaval, de la picardía de Lapa, tan bien cantada por Moreira da Silva y también de la exuberancia de su paisaje retratada en verso y prosa en las sambas-enredo de Carnaval, resumidos en Aquarela Brasileira: “…Y Río, de las sambas y ritmos, de los malandros y mulatas de requebrares febriles”.
Aquarela Brasileira:
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