Algunos consejos para que puedas aprovechar la playa como un verdadero carioca

La playa es una institución para el carioca. Está bien, el país tiene unos 8 mil quilómetros de litoral, pero en Río ir a la playa es un acto de esparcimiento y también social, uno de los lugares en donde Río es más Río. Entonces no cuesta nada que aprendas ciertos códigos para aprovechar la experiencia de la misma forma que lo hacen los locales.

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El primer paso es decidir el lugar. Generalmente, quien vive cerca de una playa se queda en esta misma. Pero vale la pena prestar atención. Si buscas aguas más tranquilas, puedes ir a la Praia Vermelha (cerca del Pan de Azúcar) o a Leblon. Si buscas un mar más agitado, Barra da Tijuca puede ser tu playa, o inclusive Prainha, muy visitada por surfistas. Copacabana es muy variable, puede ser que el mar esté más agitado o que parezca una piscina. Si quieres aprovechar el clima LGBT, quédate en el posto 9 de Ipanema.

Una vez en la playa hay dos cosas que tienes que probar si quieres vivir tu experiencia carioca. Una de ellas son los famosos biscoitos Globo. Son galletitas en forma de rosca muy livianas hechas de fécula de mandioca que puedes pedir en los sabores dulce o salado. Muchos vendedores ambulantes van a pasar ofreciendo queijo coalho (un tipo de queso duro y de sabor suave) asado a las brasas en el instante, sándwich natural, empadas (tartas) de todo tipo. Pero el hit es la bolsita de biscoito Globo.

Para acompañar, los quioscos de apoyo (que van a ofrecerte sombrillas y sillas apenas llegues) tienen de todo. Cerveza, cocteles, sodas, agua de coco. Pero espera a que los vendedores de mate pasen y pide uno puro o meio-a-meio – que quiere decir mitad mate, mitad limonada. Ellos vienen lo transportan en un tambor de acero con el surtidor en la punta y, nadie sabe cómo hacen, pero siempre lo sirven a la temperatura ideal.

Si tú no surfeas, pero te gustan los deportes, puedes reunir a unos amigos o pedir para entrar en una Roda de Altinha, tipo de juego en el que los compañeros se pasan la pelota de futbol de unos a otros sin dejarla caer al piso. Al final de la tarde, las playas se llenan de estas ruedas.

Hablando del final de la tarde, la puesta del sol en Ipanema y Arpoador suele cerrar con aplausos, que no te sorprenda.

20 de jun de 2017

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